En fechas geminianas expongo las conclusiones del análisis prometido hace meses sobre los gemelos y el mapa natal.
Gracias a todos aquellos que me habéis hecho llegar vuestros datos de nacimiento. Han sido de gran utilidad para contrastar.
Espero que mi reflexión os aporte algo en relación al tema.
¿Nacer con pocos minutos de diferencia a mi gemelo significa que somos iguales?
¿El hecho en sí mismo invalidaría directamente la astrología?
Los gemelos siempre han sido uno de los grandes enigmas de la reflexión astrológica. Tratar de encontrar respuestas estudiando sus mapas ha resultado para mí un pasatiempo de aquellos que eventualmente ralla la obsesión.
Aunque en las cartas de gemelos y mellizos suele haber pequeños espacios de diferencia, vamos a centrarnos en los casos en los que apenas podemos establecer matices entre ambas.
Imaginad que nos encontramos ante dos mapas de personas nacidas en el mismo lugar y el mismo minuto, sean hermanas o completas desconocidas. La pregunta en lo puramente astrológico será la misma para ambas: ¿Son iguales? ¿Vivirán las mismas cosas y durante el mismo tiempo?
Tratando de resolver estas tradicionales dudas quise obtener información ajena a lo occidental en mi segundo viaje a India. Uno de los estudiantes de astrología de la Universidad de Varanasi me comentó que un compañero de clase había estudiado el tema. Su conclusión, a grandes rasgos para no aburrir al personal, se resume en algo así como que ambos sujetos eran parte de lo mismo. Hecho que desde nuestra perspectiva (Yang) nos cuesta comprender.
Asumido que todos somos parte de un conjunto interconectado ¿Qué pasa con el mapa individual de cada gemelo?
Al ser el mapa un espacio circular ilimitado ofrece múltiples caras. En ese sentido podemos decir que «somos «siempre en interacción a lo que «no somos».
Ocupamos el espacio que podemos (o queremos) ocupar y proyectamos el resto en el exterior. De ahí la importancia de desentrañar el propio mapa desde miradas ajenas y asépticas y de revisarlo a lo largo de la vida. Un mapa natal nunca se desgrana por completo.
En las cartas de las personas nacidas al mismo momento esto se manifiesta de manera mucho más evidente: Del mismo modo que yo no soy únicamente mi Sol, mi Ascendente o mi Luna, el gemelo, sea biológico o astrológico, no es tampoco solamente una única de estas partes.
Es habitual que los hermanos gemelos se repartan los espacios como se reparten la habitación. Uno se puede identificar más con el Sol, otro con la Luna o con cualquier otro aspecto del mapa. La misma lógica la podemos aplicar a los hemisferios.
Habitualmente el gemelo para encontrar su independencia deberá distinguirse del hermano, algo que posiblemente solo podrá materializar separándose de él de manera eventual. Al hacerlo puede sentir que le falta algo y verse forzado a explorar el espacio que ocupaba el otro con anterioridad. Sencillamente porque ese espacio también es suyo, pero al estar antes ocupado no llegó a explorarlo.
En temas de gemelos es importante dar lugar a estas manifestaciones individuales, de no hacerlo la relación se podría deteriorar hasta necesitar separarse por completo para explorar desde el «YO COMPLETO».
En lo astrológico entre gemelos no ocurre nada que no suceda entre personas nacidas al mismo momento.
Los acontecimientos externos vividos en cada ciclo traerán etapas que ,aunque en la realidad se manifiesten de manera distinta, en lo simbólico y temático tendrán una misma interpretación.
Del estudio de los gemelos destacar la importancia de entender que siempre «somos» en relación a algo y que estamos compuestos de múltiples partes por explorar.
Creo que la pregunta a hacerse en este punto es la que dice:
¿Soy únicamente lo que asumo en mí o también lo que no muestro?